¿Qué esperar cuando tu labrador está embarazada?

Si tu perra labrador está embarazada, es normal que tengas muchas dudas sobre cómo cuidarla y qué esperar durante este proceso tan especial. La gestación canina dura, por lo general, entre 58 y 65 días, y durante este tiempo, tu labradora necesitará atenciones específicas, una alimentación adecuada y un entorno tranquilo para garantizar una gestación saludable.

Los labradores, por su tamaño y constitución, suelen tener camadas medianas o grandes, de entre 6 y 10 cachorros. A continuación, te explicamos las fases del embarazo canino, síntomas comunes y cómo acompañar a tu perra en este periodo.

Primeras semanas: síntomas y cambios iniciales

En las primeras semanas, puede que no notes grandes cambios. Sin embargo, algunos signos tempranos del embarazo en labradoras incluyen mayor somnolencia, menos apetito y un comportamiento más cariñoso o sensible. También es común que las mamas empiecen a hincharse ligeramente.

Lo ideal es acudir al veterinario entre la tercera y cuarta semana tras la monta para confirmar el embarazo mediante ecografía. En esa visita, el profesional puede determinar el estado de salud de la perra y estimar el número de cachorros.

Alimentación y cuidados durante el embarazo

Desde la cuarta semana en adelante, tu labradora necesitará una dieta rica en proteínas y calorías. Puedes optar por pienso específico para hembras gestantes o para cachorros, que cubre mejor sus necesidades nutricionales.

Es fundamental que mantenga una actividad física moderada: paseos tranquilos y rutinas suaves ayudarán a que se mantenga en forma sin agotarse. Evita ejercicios bruscos o saltos que puedan perjudicar su abdomen.

También debes ofrecerle un espacio tranquilo y cómodo donde pueda descansar sin estrés. A medida que avance la gestación, se volverá más territorial y buscará zonas acogedoras para anidar.

Últimas semanas: señales claras y preparación al parto

En las semanas finales (día 45 en adelante), el abdomen de la labradora estará visiblemente hinchado, y sus mamas comenzarán a secretar calostro. Es buen momento para preparar una paridera o zona de parto con mantas limpias, en un rincón tranquilo y poco transitado.

Notarás que tu perra puede estar más inquieta, cavar con las patas o cambiar de posición frecuentemente. Estos comportamientos forman parte de la preparación natural para el parto.

Entre 24 y 12 horas antes del nacimiento, la temperatura corporal de la perra bajará notablemente (de unos 38,5 ºC a 37 ºC), lo que indica que el momento está cerca.

El parto y después

Durante el parto, es recomendable dejarla tranquila pero vigilada. No intervengas a menos que haya signos de complicaciones, como contracciones prolongadas sin expulsión de cachorros, sangrado excesivo o debilidad general. En esos casos, acude al veterinario de inmediato.

Tras el parto, asegúrate de que los cachorros maman correctamente y que la madre está tranquila y bien alimentada. La lactancia y el postparto requieren tantos cuidados como el embarazo, así que mantén contacto frecuente con tu veterinario durante estas semanas.

Conclusión: una etapa exigente pero maravillosa

El embarazo de una labradora es un proceso natural, pero también exigente. Con atención veterinaria, buena alimentación y un entorno calmado, puedes asegurarte de que tu perra y sus futuros cachorros estén en las mejores condiciones. Esta guía del labrador retriever embarazada te ayudará a vivir esta experiencia con responsabilidad y cariño para que sea inolvidable para ambos.

Made in Typedream